Craneal


      La osteopatía craneal nace en EEUU, el doctor Sutherland (1873-1954) descubrió en 1939, que los huesos de la cabeza tenían cierta movilidad, basado en que los huesos del cráneo no están soldados sólidamente sino que hay un micro movimiento o flexibilidad a través de las suturas óseas que se separan los huesos.


      Se puede percibir como una sutil movilidad o marea, en todo el cuerpo, formando lo que llamó el “Mecanismo respiratorio primario” o MRP.


      Este ritmo, consiste en unas pulsaciones por ondas (de 6 a 12 ondas por minuto) causadas por la rítmica producción y reabsorción del líquido cefalorraquídeo (fluido cerebroespinal). Este líquido, claro e incoloro, es producido en los ventrículos del cerebro y circula por la membrana dural, que rodea interiormente los huesos de la cabeza, bajando por el interior de la médula espinal hasta el sacro y volviendo de nuevo por la médula espinal hasta el cerebro, siendo gradualmente reabsorbido por el sistema venoso.

Esto produce un cambio rítmico de tensiones a nivel de los diferentes huesos del cráneo, y, una movilidad involuntaria del sacro entre los iliacos.


      Este es el motivo por el cual los huesos del cráneo y el sacro son flexibles y aceptan cierta deformación, articulándose por medio de suturas.

Con el conocimiento de este movimiento y la inducción del mismo, el osteópata es capaz de liberar de tensiones la esfera craneal y el movimiento cráneo-sacro, actuando sobre problemas tales como dolores de espalda generalizados, migrañas, cefaleas, vértigos, problemas mandibulares, neuralgias del trigémino, etc. Mejorando de esta manera la circulación y el estado general del individuo.