Fisioterapia & Osteopatía - Fisioestética Avanzada

     El tratamiento osteopático en recién nacidos es una disciplina muy conocida por su eficacia y prevención. El arte de la osteopatía pediátrica consiste en conocer muy bien qué es lo que está afectado, su etiología y cómo tratarlo. (François Ricard).

      En el tratamiento nos basamos en técnicas muy suaves de osteopatía estructural, craneal y visceral para devolver el equilibrio fisiológico tanto de bebés como de niños que sufren alteraciones posturales, llanto prolongado, consecuencias de un parto difícil, irritabilidad, infecciones repetidas, etc.

      Con técnicas de terapia manual se tratan las patologías comunes que afectan al bebe: cólicos del lactante, tortícolis congénita, otitis de repetición, obstrucción del canal lagrimal, bronquiolitis, etc.

       No obstante, no se debe olvidar el tratamiento de la embarazada y sus trastornos, teniendo en cuenta que puede estar perturbando al desarrollo normal del feto. También en el momento del parto, pueden existir dificultades y necesitar de ayudas indispensables que pueden afectar al recién nacido como son la utilización de fórceps.

       Los síntomas más comunes que alertan de una posible visita al osteópata son: llanto excesivo, inquietud en el sueño, tripa hinchada y dura, regurgitaciones excesivas, si el niño siempre mira hacia el mismo lado, rechazo excesivo a la comida o a estar con otras personas…

        La Osteopatía resulta muy útil desde el nacimiento hasta la pubertad, ya que es en esta etapa donde más se acusa las influencias internas y externas. El osteópata aprovecha la facilidad de adaptación y corrección del niño para incidir de forma sutil, suave y nada agresiva.

        La edad para poder acudir al osteópata es desde su primera semana de vida, cuanto antes se inicie la atención, habrá mayor éxito en la terapia y menor número de sesiones a las que tenga que acudir.