Osteopatia


     La osteopatía es una disciplina que en los últimos años está empezando a difundirse en toda España debido principalmente a los buenos resultados que aporta en numerosos problemas de salud.


   Es una forma de medicina manual muy poco agresiva y ampliamente efectiva. Cuando es practicada por terapeutas con la formación adecuada es totalmente segura y no existen riesgos, de hecho en el Reino Unido, Alemania y otros países de la unión europea, pasado el periodo de legalización, ya forma parte de la Seguridad Social. Todos los que la ejercen han pasado por una formación de 5 años en los cursos universitarios en los que se estudian las tres ramas de la osteopatía, articular, visceral y craneal.


   La osteopatía es una práctica de tipo holístico. El tratamiento, que se denomina manipulación osteopática, consiste en un sistema de técnicas prácticas orientadas a aliviar el dolor, restaurar funciones y promover la salud y el bienestar. Utiliza un amplio abanico de técnicas (impulsos de alta velocidad y corta amplitud, técnicas funcionales, inhibiciones, músculo-energía…) para devolver la armonía y el equilibrio que causan las enfermedades e inhiben la recuperación.


   Todo tratamiento osteopático será establecido, tras una exhaustiva valoración, en función de las necesidades personales de cada paciente y estará adaptado a la medida de sus progresos.


   Además del tratamiento en la clínica, el osteópata puede prescribir ejercicios, técnicas de relajación, pautas en la alimentación o consejos a seguir en casa, que garantizan al paciente el mantenimiento de su salud. Si es necesario se deriva a otros especialistas o bien se piden los exámenes complementarios (Rx, RNM, analíticas) oportunos para su completa valoración.


PRINCIPIOS DE LA OSTEOPATÍA


   Existen ocho principios básicos en la Osteopatía, de los cuales destacamos :


    Holismo: el cuerpo funciona como una unidad, no como un conjunto de órganos.

    Relación forma-función: la estructura de un órgano influye en su función y viceversa.

    Autocuración: el cuerpo siempre busca su reparación, aunque la enfermedad altere ese esfuerzo.

    Influencia interna por medio de acciones externas: las fuerzas externas modifican la forma y función internas.

    Circulación: el movimiento de fluidos corporales es esencial para el mantenimiento de la salud.

    Inervación: los nervios juegan un papel crucial en controlar los fluidos corporales.


ESPECIALIDADES DE LA OSTEOPATÍA



La osteopatía es una disciplina única, que abarca tres ramas:


- Osteopatía Estructural: Se ocupa del aparato músculo-esquelético y de la postura, siendo efectiva en traumatismos, disfunciones relacionadas con la columna vertebral (lumbalgias, dorsalgias, cervicalgias, hernias discales), problemas articulares, artrosis, artritis. Es bien tolerada y carente de efectos adversos, ya que restablece el equilibrio biomecánico del sujeto.


-Osteopatía Craneal: Enfocada al tratamiento de los problemas relacionados con la estructura ósea del cráneo y la mandíbula, (tienen gran influencia sobre el sistema nervioso central y autónomo, sobre la postura y sobre determinadas funciones ORL. Así se emplea para corregir problemas oclusales en colaboración con dentistas, problemas posturales, en traumatismos craneales, secuelas de ACV y disfunciones neurológicas (neuralgias del trigémino, parálisis de Bell, migraña, vértigo, etc.). Es muy efectiva en el estrés y en bebés, sobretodo cuando estos han padecido un parto difícil.


-Osteopatía visceral: Se ocupa del tratamiento de órganos y vísceras, mejorando la función de estos; la indicación de las manipulaciones sobre el sistema digestivo es principalmente liberar adherencias que puedan dificultar el riego sanguíneo, secuelas de cirugía, secuelas de infecciones y ptosis.